jueves, 30 de octubre de 2008

San Nicolas ciudad de Maria




Sea uno católico o no, no puede negar la trascendencia de lo que genera la Virgen del Rosario de San Nicolás. El día veinticinco de cada mes, miles y miles de peregrinos acuden al Santuario a pedir salud, trabajo, descanso espiritual. La ciudad ha ido transformándose a partir de este hecho: la infraestructura de la ciudad se fue ampliando (la capacidad hotelera, la cantidad de restaurantes, etc.); las costumbres de la ciudad (por ejemplo, cualquier nicoleño sabe que el veinticinco no se puede circular por las calles aledañas al Santuario).
Entonces nos preguntamos cuál es la causa (o las causas) de que el fenómeno se haya vuelto masivo. Nosotros sostenemos que todo fenómeno auténticamente religioso es, por ello mismo, popular. Y consideramos que el fenómeno que convoca tanta gente a la ciudad de San Nicolás es genuinamente religioso.
En primer lugar, porque es un hecho que apela a la fe de la gente: no hay pruebas científicas de que los hechos hayan sucedido tal como lo cuenta la señora Gladis Motta (es decir, que la virgen se le haya aparecido). En este sentido, hubo un intento de darle un cierto reconocimiento científico al hecho. Se trata del trabajo realizado por el médico psiquiatra Carlos Pellicciotta Staniscia. El presbítero Carlos Pérez le había solicitado sus servicios, para corroborar que no fueran meras alucinaciones las visiones de Gladis. Después de la entrevista entre el médico y la señora, este le comentaba “Esa noche hablé con el Padre Pérez. Le di a entender que en esa primera entrevista no encontraba nada anormal en esta persona”. Pero este intento de justificar científicamente el hecho, a mi entender, falla de raíz. En primer término, se apresura a sacar conclusiones: después de la primera entrevista ya queda convencido de que la señora es alguien que no tiene sus facultades mentales alteradas; hecho que no concuerda con la exigencia de la ciencia de encarar metódicamente su objeto de estudio, es decir, se salteó varios pasos para llegar a la conclusión. Además, antes de escuchar el relato de esta señora el médico ya estaba convencido de la veracidad de las afirmaciones de ella. Cuando llegó a la primera entrevista, las palabras de recibimiento del médico fueron: “¿Cómo está? Pase... tome asiento. Quiero que se sienta cómoda porque yo ya estoy creyendo todo lo que me va a decir”. Él sabía de qué le venía a hablar por las referencias del Padre Pérez. El médico tiene una idea preconcebida que orienta su trabajo; sus prejuicios, sus expectativas, su subjetividad interviene en sus apreciaciones.
En segundo término, los peregrinos que llegan a San Nicolás esperan que la virgen pueda intervenir de algún modo en sus vidas; por medio de una curación milagrosa, por ejemplo. Al respecto, es valioso el testimonio de la peregrina oriunda de Pergamino, Sara Morales. Ella nos refiere el accidente que tuvo su nieta de un año (en el momento del accidente) quien se golpeó la cabeza cuando estaba jugando en su casa. En ese momento la nena fue internada y permaneció en el nosocomio por el lapso de dos meses. Fue en ese tiempo que Sara comenzó a peregrinar a pie a San Nicolás, para pedir por la recuperación de su nieta y posteriormente para agradecer por la salud de la misma. Aunque la niña fue atendida por médicos, Sara considera que fue la virgen quien curó a su nieta. Respecto de esto, dijo que “(...) la medicina nada hubiera podido sin la intervención de la virgen”.
Además, fijemos nuestra atención en el hecho de que el fenómeno no se volvió masivo porque la dirigencia política de San Nicolás promueva la visita a la ciudad, que se la quiera transformar en una ciudad turística a partir del acontecimiento mariano; ni por los intereses económicos que genera la afluencia de tanta gente a la ciudad; sino que como dijo el padre Acosta “(...) los peregrinos que vienen a San Nicolás no lo hacen por la oferta turística (...) puedo asegurarte que la gente viene a buscar el descanso interior que dan la Virgen y Jesús.”
Por último, las prácticas que realizan los devotos que llegan a San Nicolás se entroncan en la tradición milenaria de la religión católica: procesiones, peregrinaciones, ritos como la misa, oraciones clásicas de la Iglesia. La costumbre de peregrinar a un santuario y realizar una misa data del siglo IV en que los primeros cristianos caminaban sesenta kilómetros para realizar una misa en la tumba de San Pablo. También está en México el Santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe al que todos los años acuden miles de peregrinos. Y en Argentina tenemos los santuarios de Luján y el de Itatí, entre otros. Entre las prácticas de oración más repetidas se encuentra el rezo del Santo Rosario, incentivado por la misma virgen, si es que creemos al testimonio de Gladis. También el rezo del Rosario es una práctica antiquísima (probablemente el siglo X).
Por todo lo dicho, es que considero que es un fenómeno verdaderamente religioso y que por ello ha ganado tanta popularidad en el lapso de veinticinco años, que desde una perspectiva histórica es un tiempo breve. Reflexiónese respecto del hecho de que el treinta de diciembre de 1984 un grupo encabezado por el Padre Raúl Acosta peregrinaba por primera vez al lugar donde hoy está el Santuario para realizar una misa: ¡¡eran menos de doscientas personas!! Mientras que el veinticinco de septiembre de dos mil ocho se calcula que llegaron a San Nicolás alrededor de setecientas mil personas. He aquí una prueba más de que lo auténticamente religioso se vuelve por ello mismo popular.


Entrevista al Padre Raúl Acosta

El padre Acosta fue el primer cura que celebró misa en donde hoy se ubica el Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás. Actualmente es el cura párroco de General Rojo, actualmente es el párroco de Ascensión.
¿Cómo fue que se enteró de que a la señora Gladis Motta se le aparecía la Virgen?
A mí me llamó un día para hablar conmigo el padre Carlos Pérez, a los dos o tres días de que Gladis le había referido el tema de las apariciones.

Usted habría podido pensar que lo que esta señora contaba era imaginación de ella ¿qué lo movió a confiar en el testimonio de Gladis?

En ese entonces yo era el cura párroco de General Rojo y ya nos juntábamos a rezar, porque estábamos esperando un signo de Dios. Estábamos llegando al final de la dictadura militar que había lastimado al pueblo argentino y creíamos que Dios no se podía quedar impasible ante eso. Un signo de esperanza tenía que venir. En San Nicolás, había gente que contaba en las noches veía un rosario milagroso. Incluso en Rojo, una vecina a la que conocemos como Chinita (Ilda Scorchelli) decía que veía el rosario luminoso.
También íbamos caminando a la Quinta del Obispo, los primero de mayo, y ahí hacíamos una misa. Iba gente de Colombini, de Rojo, de Villa Esperanza, de Campos Salles. Después cuando nos enteramos de esto de la Virgen, empezamos a peregrinar al “campito” (así se conocía en ese momento al lugar donde actualmente se ubica el Santuario).

Usted fue el primero en realizar una misa en el “campito” cuando aún la Iglesia jerárquica no había dado el aval, no había dicho “este es un fenómeno auténticamente religioso” ¿fue así?

Sí, de hecho el Obispo nunca se pronunció oficialmente. Cuando yo le dije que queríamos peregrinar con un grupo de gente hasta ese lugar y hacer una misa, dijo “si quieren caminar hasta allí y hacer una misa, ¿qué problema hay? Con el tiempo se conocerán los frutos que saldrán de esto”. Pero en ningún momento dijo “a Gladis se le aparece la Virgen”.

¿Usted conoció algún caso en el que haya ocurrido una curación milagrosa?

Cuando yo estaba en Rojo, actualmente soy el párroco de Ascensión, iba todos los veinticinco al Santuario. A veces estaba trece o catorce horas confesando. Y ahí me refirieron muchos casos, que ahora no recuerdo. Sí me acuerdo bien del caso del nieto de una señora de mi parroquia, Rosa Quiroga. Su nieto tenía un problema serio en el fémur, fueron la familia a pedirle a la Virgen y el nene se sanó.

¿Qué opinión tiene acerca del movimiento comercial que se genera alrededor del Santuario?

Eso es inevitable, que a partir de la afluencia de tanta gente la ciudad saque un beneficio económico. Pero lo importante es que los peregrinos que vienen a San Nicolás no lo hacen por la oferta turística. Yo he escuchado miles de confesiones y testimonios y puedo asegurarte que la gente viene a buscar el descanso interior que dan la Virgen y Jesús.

¿Le parece que las prácticas que se generan a partir de este acontecimiento mariano son prácticas tradicionales de la Iglesia?

Sí, en sus mensajes la Virgen llamaba a sus hijos a rezar el rosario, costumbre que se remonta al siglo X. También la práctica de peregrinar a un Santuario se remonta al siglo IV en que algunos cristianos caminaron sesenta kilómetros para llegar a la tumba de San Pablo.
Además, la Virgen después de cada mensaje daba una cita bíblica para leer. Y esta práctica se remonta a la época de los Apóstoles, en que se reunían a compartir el pan y leer la Palabra de Dios. Este recurso de leer los mensajes y después confrontarlo con la cita bíblica creo que es un recurso pastoral que no fue suficientemente explotado. En los primeros tiempos salía una hojita semanal con todos los nuevos mensajes y sus correspondientes citas bíblicas.
Y en esto yo noto un cierto paralelismo con la manifestación de la Virgen en Guadalupe. Los misioneros predicaban incansablemente y nadie se convertía al cristianismo. La Virgen se le apareció al indio Juan Diego con un vestido que tiene mucha simbología que los nativos entendían. A partir de ahí comenzaron a hacerse bautizar. También en San Nicolás, la Virgen asume nuestro lenguaje para que a partir de sus palabras podamos entender la Palabra de Dios. Y al igual que en Guadalupe, se dio una vuelta a Dios que la acción pastoral de todos los curas no había logrado a pesar de los muchos intentos. Imagínate que los curas comparaban a San Nicolás con una “heladera” espiritual.

¿Usted conoce el trabajo del médico psiquiatra Pellicciotta Staniscia?

Sí, yo tengo con él una amistad muy especial. Su trabajo se caracteriza por ser muy metódico, él anotaba día por día lo que Gladis le refería. Esta costumbre le venía de su trabajo en la policía. Fue el médico encargado por el Obispo para determinar la salud mental de Gladis. Su veredicto fue que era una señora absolutamente normal.

¿Quiere agregar algún comentario final?

Sí, que aunque dentro de la Iglesia haya muchos incrédulos todavía. Aunque Gladis se desdijera de todo lo que dijo haber dicho y visto. Este es un hecho que supera a todo los propósitos humanos, la voluntad de todos los que indirectamente han sido protagonistas (porque la única protagonista es la virgen). Es un hecho divino y la gente que se acerca a San Nicolás lo vive como tal.

ENTREVISTA A SARA MORALES

Sara Morales es una peregrina nativa de Arrecifes que desde hace unos veinte años vive en Pergamino. A la edad de cuarenta y cinco años es una incansable peregrina y aquí nos cuenta su experiencia como peregrina.
¿Recuerda cuando fue la primera vez que escuchó hablar del fenómeno mariano de San Nicolás?

No exactamente. Pero supongo que debe haber sido en el ochenta y cuatro u ochenta y cinco, cuando la cosa empezó tener difusión en los medios. Además, yo no era de ir a la Iglesia, quizás por eso no me enteré enseguida.

¿Cómo fue que se hizo devota de la Virgen?

Todo empezó porque mi nieta tuvo un accidente bastante grave. Fue hace cinco o seis años, ella ahora tiene nueve. Resulta que estaba jugando con el papá y se golpeó la cabeza. Estuvo dos meses internada, permaneció inconsciente y además los médicos nos decían que no sabían cómo iba a quedar, por las secuelas del golpe. Fue en ese tiempo que una amiga me dijo que le pidiera a la Virgen del Rosario de San Nicolás. Y el veinticinco de septiembre de ese año peregriné a pie a San Nicolás por primera vez, ya hacía más de un mes que la nena estaba internada. Volví con una gran paz, convencida de que la Virgen iba a hacer el milagro. Unos veinte días después le dieron el alta. Días antes nos habían empezado a hablar de trasladarla a Buenos Aires, porque la nena necesitaba unos estudios que acá (en Pergamino) no le podían hacer. Cuando en los días siguientes Florencia empezó a mejorar, los doctores se sorprendieron mucho. Claro, ellos no van a decir que fue un milagro, pero estoy convencida de que la medicina nada hubiera podido sin la intervención de la Virgen. Desde ese momento voy todos los años a San Nicolás.
¿Podría contarme alguna anécdota que recuerde de sus peregrinaciones a San Nicolás?
Una vez que íbamos caminando, hace dos o tres años, me acuerdo que nos agarró el agua. Llovió casi todo el sábado. Nosotros salimos el viernes para llegar el domingo. Y caminar se hace más pesado, por el barro y el frío. Me acuerdo que ya no daba más, estaba por subir al camión que siempre nos acompaña llevando los bolsos, pero yo no me quería resignar. Entonces se me acerca una señora a darme aliento, me empezó a llevar de la mano. Y mientras conversábamos, caímos en la cuenta de que vivíamos cerca una de la otra, vecinas de toda la vida y no nos conocíamos. A partir de ahí nos hicimos amigas y cada tanto nos juntamos a tomar mates.

¿Por qué piensa que año a año se incrementa el número de peregrinos que llegan a San Nicolás?

La gente está muy necesitada de creer en algo, son tiempos muy difíciles. Si no te apoyás en la fe vas muerto. Todos los años camina gente nueva con nosotros.

¿Cómo sabe que no es un invento de los curas todo esto que sucede en San Nicolás?

Por la experiencia que tuve con mi nieta. A mí no me la contaron, la viví en carne propia. Para mí no fueron los médicos los que la curaron, hacía un mes que estaba internada y no sabían qué decirnos. Desde que fui a San Nicolás ella empezó a mejorar.







Material Bibliográfico

· Pellicciota Staniscia, Carlos; He anclado con mi Arca en tierra firme. Relato histórico autentico del comienzo de las Apariciones de Maria del Rosario de San Nicolás, Tomo 1, M.R.S.N. Editorial, San Nicolás, 2005.

Material Periodístico
· Diario “El Norte”, 25 de septiembre de 1995, Págs. 1 y 8 del suplemento “La Reina de las doce primaveras”
· Diario “El Norte”, miércoles 9 de septiembre de 2008, Pág. 16.
· Diario “El Norte”, miércoles 17 de septiembre de 2008, Pág. 10.
· Diario “El Norte”, miércoles 18 de septiembre de 2008, Pág. 9.
· Edición especial “Maria y su pueblo”
· Diario “El Norte”, miércoles 20 de septiembre de 2008, Pág. 16.










1 comentario:

Esteban Sisiani dijo...

como te va?
TE ESCRIBO PORQUE NECESITARÍA SI ME PODES PASAR EL BLOG DONDE ESTA COLGADO EL TRABAJO DE TU GRUPO PARA EL TALLER DE RADIO. ES PARA UN TRABAJO ESPECIAL PARA REGULARIZAR LA MATERIA.


SALUDOS
ESTEBAN SISIANI
ESTEBANSISIANI@GMAIL.COM